Hoy Netflix estrenó el documental sobre la vida del famoso astrólogo puertorriqueño Walter Mercado, una figura muy querida no sólo en América Latina, sino en el mundo entero.
La pieza muestra, con un gran ritmo, la trayectoria de esta icónica y enigmática figura, desde sus comienzos como actor de telenovelas, su emblemático show, el cual paralizaba los hogares latinos, al punto que el niño que hiciera ruido mientras Walter decía el horóscopo de los adultos, recibía inmediatamente un chancletazo correctivo.
También muestra pietaje de sus participaciones en programas de importantes estrellas de la televisión estadounidense, como Howard Stern, Regis Philbin, y su internacionalización, incluyendo el público estadounidense. También se menciona de sus múltiples encuentros con presidentes y mandatarios, incluyendo el Ex Presidente Ronald Reagan, quien se comentó que lo llegó a consultar.
Cristina Costantini and Kareem Tabsch, quienes codirigieron el filme, realizaron un excelente trabajo de investigación, entrevistando a personas clave en su vida, familiares y amigos, incluyendo Willie Acosta, su asistente personal por más de 40 años, quien desmintió los rumores de que fuera su pareja, pero sí que lo consideraba de su familia.
Uno de los momentos más significativos fue la preparación para la inauguración de la exposición de Walter Mercado, en un museo de la Florida, que incluyó capas, joyas y fotografías representativas del astrólogo. Aunque estaba ya delicado de salud, incluso se le ve caminando con un andador, demostraba como ver el cariño de su público lo llenaba de energía y vitalidad. Aproximadamente cerca de tres meses de la inauguración, Mercado falleció en el Hospital Auxilio Mutuo en San Juan.
Fue muy acertado e interesante conocer un poco más de su vida diaria, especialmente su obsesión por lucir bien. Incluso, presenta la casa de la Urbanización Fairview en Río Piedras, donde residía gran parte del tiempo. Una frase importante que dijo como parte del documental y que resume su esencia como persona fue “yo no necesito ensayar para ser yo”. Y es precisamente que no se trataba de un personaje. El Walter Mercado que conocíamos de la televisión es el mismo fuera de cámaras y esto lo deja ver el documental.
Lo único que puedo decir negativo del documental es que hora y media fue insuficiente para presentar a una persona tan polifacética y con una vida tan plena y llena de anécdotas. Fueron muy elegantes y respetuosos también en la manera de tratar su vida privada, como por ejemplo su vida amorosa.
Excelente trabajo y altamente recomendado, especialmente para las varias generaciones que crecimos con el astrólogo más famoso del mundo, como invitado constante en nuestros hogares, a través de la televisión.