Eurovisión es la más reciente comedia de la plataforma de Netflix. Protagonizada por el comediante Will Ferrell y Rachel McAdams, narra la historia de dos amigos de la infancia que tienen una banda y sueñan con participar en el programa Eurovision, que premia a los mejores talentos en el mundo de la música. Siempre habían sido rechazados, pero en esta ocasión el destino les permitió, no sólo entrar en la competencia, sino representar a su natal Islandia en la competencia final, donde tendrán que demostrar su talento, frente a la oposición de muchas personas que quieren verlos fracasar.
El guion, a cargo del propio Will Ferrell y Andrew Steele, aunque se mantiene dentro de la clásica fórmula de comedia romántica, y en ocasiones, predecible, nos atrapa y mantiene un excelente ritmo, con disparatadas escenas, que arrancarán carcajadas en el espectador, e incluso hacernos sentir cargo de conciencia por reírnos en un par de escenas de humor bien cruel.
El director logra hacernos sentir una gran empatía por los personajes y logra crear con la pareja de protagonistas una interesante mística de amistad que raya en el romanticismo. Juega además con las emociones para que sintamos empatía o antipatía por diversos personajes. Incluso algunos, como el interpretado por Pierce Brosnan, que al principio nos cae mal, pero luego entendemos su frustración, durante el desarrollo del filme.
Cada actor hace su trabajo y logra el efecto se hacernos reír, al igual que abrirse para mostrarnos la historia de cada uno. La química entre los personajes principales es realmente espectacular y muy creíble.
De igual forma, la cinematografía de Danny Cohen aprovecha los impresionantes, fríos y hermosos paisajes de Islandia y Edimburgo en Reino Unido para mostrar una gran riqueza visual y aportar al deleite del público.
Si eres fan de la música tienes que verla y si te gusta reír, aun si no te gusta la música, debes verla. Altamente recomendada.