RESEÑA: TOY STORY 4

Luego de una pausa de 9 años, Toy Story, la franquicia que comenzó en 1995 nos presenta la cuarta parte de la historia, lo cual produce sentimientos encontrados, ya que, aunque la historia debió finalizar en la anterior, a muchos nos emocionó la idea de conocer la suerte de los famosos juguetes, en una era post Andy. En el afán de estirar la historia, ésta tomó un giro demasiado melodramático y triste. Asimismo, carece de un conflicto sólido, convirtiéndose en la más floja de las cuatro.

Esta idea de “exprimir el jugo de la franquicia hasta la última gota” no ha resultado como esperaban los productores y la recaudación en taquilla no ha sido tan buena como las anteriores.

A pesar de este punto negativo, la película es salvable, gracias al excelente realismo y vivos colores de su animación, a los actores que dan vida con sus voces a los personajes, a las tiernas escenas, y a un inesperado y emotivo final.

Esta saga, aunque aparentemente diseñada para niños, permite a todos disfrutarla, ya que, hasta los más grandes, nos identificamos de alguna u otra manera, y saca el niño que todos llevamos dentro, Además, transmite importantes valores que desde niños debemos aplicar y no podemos olvidar, tales como la lealtad, la amistad y enfrentar los miedos.

Los que eran niños cuando salió la primera, hoy son adultos. Estos motivados por los buenos recuerdos que les trae, van a verla para su disfrute, y algunos también para el disfrute de sus hijos. Un dato curioso es que la cartelera de este verano es muy similar a la de 1995, ya que se presentaba también Aladdin (en versión animada), así como entregas anteriores de Toy Story, Xmen y Men in Black,

Toy Story 4 comienza contando qué pasó con Bo Peep, la pastorcita compañera de Woody, que ya no aparece en Toy Story 3. Luego vemos que Bonnie, la niña a quien Andy le regalo sus preciados juguetes, comienza en el kínder, donde construye a Forky, con un tenedor y un limpiapipas que encuentra en la basura, quien se convierte en su juguete favorito.

Woody, quien ha sido el único de la pandlla, con quien Bonny no quiere jugar, en un intento desesperado por ganarse su amor, la acompaña a la escuela, para darle valor. Luego, se convierte en el cuidador de Forky, quien constantemente busca regresar a su naturaleza en el zafacón.

Es precisamente ese deseo constante de Forky de regresar a la basura el que genera el conflicto principal, mientras se van de camping con la familia de Bonnie.

Debo confesar que yo me resistí a ver en el cine la original, pensando que era para niños, y “no la consideraba apropiada para un universitario”, me atrapó y, gracias a mis hijos, hoy me considero un fan y estoy seguro que no soy el único.

A pesar de sus puntos negativos, es una excelente opción para disfrutar con toda la familia en la pantalla grande, comiendo popcorn, viviendo esa experiencia única que sólo ocurre en la magia del cine.

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Luis José Juarbe Chaves

Luis José Juarbe Chaves es un director cinematográfico con más de 20 años de experiencia en producción de medios y publicidad.