Natalie, interpretada por la australiana Rebel Wilson, es una arquitecta con sobrepeso, resignada a que el amor sólo ocurre en la fantasía de las películas, y tras un accidente su vida se convierte en una comedia romántica.
Resulta muy interesante el tono de burla del filme, hacia las predecibles y clichosas escenas que tradicionalmente presenta este género.
La película, dirigida por Todd Strauss-Schulson tiene grandes puntos a su favor, como la actuación magistral de Wilson, quien encaja perfectamente en la piel del personaje, por su particular chispa y habilidad para hacer reír. La química impecable de la acrtiz con sus contrapartes masculinos Liam Hemsworth y Adam DeVine es uno de los grandes aciertos en el área de dirección. Por su parte, la fotografía, a cargo de Simon Duggan presenta un estilo muy colorido, típico del género que busca satirizar.
Cuenta con un excelente guión, que, además de caricaturizar la vida perfecta de los personajes de comedias románticas, se sale del paradigma de la típica protagonista hermosa y esbelta, que se enamora de un galán, con las mismas cualidades esteticas. Escrita originalmente por la actriz, productora y guionista Erin Cardillo, y reescrito por Dana Fox, Katie Silberman y Paula Bell.
Sin embargo, en ocasiones la película llega a perder el ritmo y se vuelve predecible y monótoma, pero se encarrila nuevamente. En general, logra mantener la atención del espectador y cumple con su función de entrener. Una excelente y divertida opción para pasar una velada solo, con amigos o en pareja.
Actualmente está disponible en muchos mercados, a través de Netflix, en Puerto Rico, Estados Unidos y Canadá se espera que llegue a principios de 2020 a la plataforma de streaming.