En esta genial cinta, de la mano del director James Mangold, Matt Damon encarna al diseñador de autos Carroll Shelby, mientras que Christian Bale interpreta al piloto de autos de carrera británico Ken Miles. Ambos reciben de parte de Henry Ford II, la encomienda de construir un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966 en Francia.
Este drama, basado en la vida real, cuenta con excelencia en todos los departementos de la producción. Un guión de primera, como base para contar esta historia, en combinación con la dirección de Mangold logra excelentes y convincentes actuaciones, de parte de este gran elenco. Asimismo, consigue una gran conexión emocional con el público, entre escenas de acción, drama inspirador y situaciones de comedia, muy bien trabajadas y en momentos clave, para aportar al excelente ritmo de la película, de cuya edición fueron responsables Michael McCusker y Andrew Buckland.
No es necesario conocer de automóviles, ni tampoco ser entuisiastas de las carreras de autos, para disfrutar de esta puesta en escena. La historia trasciende el deporte y lo lleva otro nivel para llevarnos en una especie de montaña rusa repleta de emociones.
Cuenta con un gran trabajo de cinematografía a cargo e Phedon Papamichael , el cual evoca los años ‘60s, de manera magistral, y hace lucir hermosos los autos, en complemento con la banda sonora Marco Beltrani
Aunque algunos pudieran considerar los pimeros 30 minutos como lentos y aburridos, es precisamente ese detalle el que nos ayuda a entender el complejo entorno en que se desarrolla la trama. Altamente recomendada. Es de las mejores películas del año, la cual debería recibir varias nominaciones a los premios Oscar y Golden Globe.