Si bien no es la mejor película de la saga de Terminator, esta sexta entrega, ofrece pura acción, excelente entretenimiento, y para muchos fans, un desenlace más lógico y natural. Pareciera que el creador James Cameron decidió retomar el control, luego de 3 entregas (Rise of the Machines de 2003, Salvation, de 2009 y Genisys, de 2015), a cargo de otros escritores, las cuales no tuvieron tanto respaldo, tanto del público, como de la crítica.
Pudiera parecer ilógico que, luego de haber salvado a John Connor en Judgement Day (1991), este filme comience con la muerte de John Connor, a manos del T-800. Esta controversial decisión, explicó Cameron, se debió a que decidieron que el mundo debía tener otro salvador, no Connor. Sin embargo, pienso que es una manera de deslindarse de las tres entregas anteriores y colocar como líder a una mujer latina, y ajustarse a las tendencias contemporáneas.
La historia está muy bien, y nos mantiene atentos. El desarrollo de los personajes está excelente, especialmente traer de nuevo a Sara Connor, quien trae la carga y el rencor por la muerte de su hijo. Sin embargo, aunque el nuevo rol de Arnold Schwarzenegger está genial, siento que pudieron darle una mayor participación, para disfrute de todos los fans.
La dirección, por parte de Tim Miller (Deadpool) fue muy acertada, y logra unas excelentes caracterizaciones y un buen ritmo de la historia. Sin embargo, querer masculinizar a la soldado que envian para salvar a la protagonista, lejos de contribuir a erradicar el machismo, lo fomenta. Una mujer, puede ser una heroína y estar empoderada, siendo femenina. Esto lo demostró Linda Hamilton en 1984, 1991, y ahora en 2019.
Los efectos están bien, especialmente, que ahora el Terminator pueda duplicarse en ciertos momentos. Sin embargo, la historia se desarrolla en la actualidad y además contamos con mayor tecnología que en 1991, por lo cual se esperaba más de los efectos.
Es una excelente película para entretenerse y disfrutar, especialmente, para los fans de esta saga.