Hogar es la película española del género de thriller que se ha convertido en la nueva sensación de Netflix. Altamente recomendada, especialmente para estos días de confinamiento en casa.
El filme cuenta la historia de Javier, un ejecutivo publicitario, cuya carrera va en picada y, tras un año sin encontrar trabajo ya no puede permitirse el apartamento lujoso en el que él y su familia vivían, por lo que han tenido que mudarse a una casa más modesta. Cuando Javier descubre que, por algún motivo, aún tiene un juego de llaves perteneciente a su anterior piso, decide infiltrarse en la vida de la familia que ahora lo ocupa – formada por Tomás, su esposa Lara y su hija Mónica, con intención de recuperar su vida anterior de formas cada vez más perversas.
Un guión muy ingenioso, que, aunque ha sido catalogado como predecible por algunos críticos, no concurro con ellos, ya que me parece que tiene unos giros inesperados y muy interesantes. Las actuaciones de Javier Gutiérrrez y Mario Casas son realmente espectaculares, en combinación con las actuaciones de reparto que hacen, que el público al ver esta película se sienta realmente dentro de la trama y logre mostrar empatía, tanto por el antagonista como por el protagonista, en momentos distintos.
La dirección de los hermanos Alex y David Pastor, quienes también realizaron el guión tiene un gran ritmo logrando mantener expectativa del público, así como vivir gran tensión durante las casi dos horas que dura el largometaje.
La fotografía de Pau Castejón es magistral, logrando unos tonos, así como una liuminación que aportan grandemente a contar la historia plagada de tensión. En ocasiones hace tiros muy arriesgados, rompiendo reglas que logran impartir un gran valor dramático.
Una película para reflexionar, para público adulto. Advertencia: puede casuar mucho estrés, por lo que debe verse en estado de relajación.